domingo, 10 de abril de 2011

EXAMEN GENERAL DE ORINA

ENFERMEDADES DEL HIGADO

Patologia del Higado

El hígado es la más voluminosa de las vísceras y una de las más importantes por su actividad metabólica, es un órgano glandular al que se adjudica funciones muy importantes, tales como la síntesis de proteínas plasmáticas, función desintoxicante, almacenaje de vitaminas y glucógeno, secreción de bilis, entre otras. Además, es el responsable de eliminar de la sangre las sustancias que puedan resultar nocivas para el organismo, conviertiendolas en inocuas; está presente en el ser humano, cabe agregar que se le puede hallar, en vertebrados y algunas otras especies inferiores




Situación
El hígado se localiza en casi la totalidad de la región del hipocondrio derecho ; el epigastrio (no sobrepasa el límite del reborde costal, salvo en un cuadro de hepatomegalia) y una porción del hipocondrio izquierdo, llenando el espacio de la cúpula diafragmática, donde puede alcanzar hasta la quinta costilla, y se relaciona con el corazón a través del centro frénico, a la izquierda de la vena cava inferior. Estas tres regiones forman parte de la región toracoabdominal, la región intermedia entre el tórax y la cavidad abdominal propiamente dicha. El hígado situado debajo del diafragma comprende tres compartimientos peritoneales, llámense: compartimiento subfrénico derecho o hepático, compartimiento subfrénico izquierdo o esplénico, y compartimiento medio o celiaco.
Su consistencia es blanda y depresible, y está recubierto por una cápsula fibrosa, sobre la cual se aplica el peritoneo, parte de la superficie del hígado (excepto en el área desnuda del hígado, que corresponde a su superficie postero-superior).

Aspectos generales

  • Forma: se compara con la mitad superior del ovoide horizontal, de gran extremo derecho, alargado transversalmente.
  • Coloración: rojo pardo.
  • Consistencia: friable (desgarrable). Está constituido por un parénquima, rodeado por una fina cápsula fibrosa, llamada cápsula de Glisson.
  • Longitud: en el adulto mide aproximadamente 26 por 15 cm en sentido anteroposterior, y 8 cm de espesor a nivel del lóbulo derecho.
  • Peso aproximado: 2 kg.
Está dividido en cuatro lóbulos:
  • lóbulo derecho, situado a la derecha del ligamento falciforme;
  • lóbulo izquierdo, extendido sobre el estómago y situado a la izquierda del ligamento falciforme;
  • lóbulo cuadrado, visible solamente en la cara inferior del hígado; no se encuentra limitado por el surco umbilical a la izquierda, el lecho vesicular a la derecha y el hilio del hígado por detrás;
  • lóbulo de Spiegel (lóbulo caudado), situado entre el borde posterior del hilio hepatico por delante, la vena cava por detrás.
Clínicamente, y quirúrgicamente sobre todo, se emplea el concepto de segmento hepático, basándose en las divisiones arteriales y en el hecho de que haya pocas anastomosis entre segmentos. Si miramos por la cara anterosuperior del hígado, podemos distinguir de derecha a izquierda un segmento posterior, en el borde del lado derecho, seguido de un segmento anterior, un segmento medial y un segmento lateral que forma el límite izquierdo.





Funciones del Higado
  • La producción de bilis, que ayuda a eliminar los desechos y a descomponer las grasas en el intestino delgado durante la digestión.
  • La producción de determinadas proteínas del plasma sanguíneo.
  • La producción de colesterol y proteínas específicas para el transporte de grasas a través del cuerpo.
  • La conversión del exceso de glucosa en glucógeno de almacenamiento (glucógeno que luego puede ser convertido nuevamente en glucosa para la obtención de energía).
  • La regulación de los niveles sanguíneos de aminoácidos, que son las unidades formadoras de las proteínas.
  • El procesamiento de la hemoglobina para utilizar su contenido de hierro (el hígado almacena hierro).
  • La conversión del amoníaco tóxico en urea (la urea es un producto final del metabolismo proteico y se excreta en la orina).
  • La depuración de la sangre de drogas y otras sustancias tóxicas.
  • La regulación de la coagulación sanguínea.
  • La resistencia a las infecciones mediante la producción de factores de inmunidad y la eliminación de bacterias del torrente sanguíneo.
  • Cuando el hígado degrada sustancias nocivas, los subproductos se excretan hacia la bilis o la sangre. Los subproductos biliares entran en el intestino y finalmente se eliminan del cuerpo en forma de heces. Los subproductos sanguíneos son filtrados por los riñones y se eliminan del cuerpo en forma de orina.

¿Qué es la Cirrosis?
La cirrosis es la consecuencia de un daño acumulado en el hígado, habitualmente durante varios años, que se caracteriza por la acumulación de fibrosis (“cicatrices”) en el tejido hepático. Estos cambios del tejido interfieren con la estructura y funcionamiento normal del hígado, ocasionando serias complicaciones en la circulación de la sangre a través de dicho órgano y en sus funciones.

  • Enfermedades congénitas tales como el síndrome de Gilbert, el síndrome de Crigler-Najjar, el síndrome de Rotor y el síndrome de Dubin-Johnson
  • Enfermedades autoinmunes tales como la colangitis esclerosante primaria, la cirrosis biliaprimaria y la hepatitis autoinmune
  • La esteatohepatitis no alcohólica
  • El hepatocarcinoma (cáncer de hígado


PRUEBAS PARA DIAGNOSTICAR UN DAÑO HEPATICO
  1. A1AT
  2. Albumina
  3. FA
  4. ALT
  5. AST
  6. GGT
  7. TP
  8. Bilirrubina en suero
  9. Bilirrubina en orina

Existen dos categorías generales de enzimas hepáticas

El primer grupo incluye las enzimas transaminasas: alaninoaminotransferasa (ALT, por sus siglas en inglés) y la aspartato aminotransferasa (AST, por sus siglas en inglés), antes conocidas como SGPT y SGOT (por sus siglas en inglés). Estas son enzimas indicadoras del daño a la célula hepática.


Las ALT y AST son enzimas en las células hepáticas que permean hacia la circulación sanguínea cuando existe daño en la célula hepática. Se cree que la ALT es un indicador más específico de la inflamación hepática, mientras que la AST puede aparecer elevada en enfermedades de otros órganos, como el corazón o el músculo. En caso de daño severo en el hígado, como en la hepatitis viral aguda, la ALT y la AST pueden estar elevadas desde niveles en las centenas altas hasta más de 1,000 U/L. En la hepatitis viral aguda o en la cirrosis, el aumento de estas enzimas puede ser mínimo (menos de 2-3 veces de lo normal) o moderado (100-300 U/L). Aumentos leves o moderados de la ALT o la AST son no-específicos y pueden estar causados por una extensa gama de enfermedades hepáticas. La ALT y la AST son a menudo usadas para valorar el avance de la hepatitis crónica, y la respuesta al tratamiento con corticosteroides e interferón.

El segundo grupo incluye ciertas enzimas hepáticas, como la fosfatasa alcalina (alk. phos.) y la gammaglutamiltranspeptidasa (GGT, por sus siglas en inglés) las cuales indican obstrucción del sistema biliar, ya sea en el hígado o en los canales mayores de la bilis que se encuentran fuera de este órgano.


La fosfatasa alcalina y la GGT se incrementan en una gran cantidad de trastornos que afectan el drenaje de la bilis, como cuando existe un tumor que bloquea el conducto normal de la bilis, o una enfermedad hepática causada por el alcohol o las drogas, que ocasiona un bloqueo del flujo de la bilis en los canales más pequeños dentro del hígado. La fosfatasa alcalina puede hallarse también en otros órganos, como hueso, placenta e intestino. Por esta razón, la GGT se utiliza como una prueba suplementaria para asegurarse de que el incremento en la fosfatasa alcalina verdaderamente proviene del sistema biliar o del hígado. En contraste con la fosfatasa alcalina, la GGT no aparece incrementada en la enfermedad de hueso, placenta o intestino. Un incremento leve o moderado de la GGT en presencia de niveles normales de la alcalina fosfatasa es difícil de interpretar, y en muchos casos es causado por cambios en las enzimas de las células hepáticas inducidos por el alcohol o los medicamentos, pero sin que exista daño hepático.


La bilirrubina es el principal pigmento de la bilis en los humanos que cuando aumenta provoca la coloración amarilla de la piel y de los ojos llamada ictericia. La bilirrubina se produce cuando se degrada una sustancia en células rojas de la sangre llamada "heme". Se obtiene de la sangre que es procesada a través del hígado y luego es segregada por el hígado a la bilis. Las personas normales tienen una cantidad pequeña de bilirrubina circulando en la sangre (menos de 1.2 mg/dL). Algunos trastornos, como la enfermedad hepática o la destrucción de los glóbulos rojos, ocasionan un incremento de la bilirrubina en la sangre. Niveles mayores de 3 mg/dL se pueden manifestar como ictericia. La bililrrubina puede aparecer incrementada en muchos tipos de enfermedad hepática o del tracto biliar, y también por razones no-específicas. Sin embargo, la bilirrubina en sangre es considerada generalmente como un valor real de la función hepática (LFT) porque refleja la habilidad del hígado de recoger, procesar y segregar la bilurrubina a la bilis.


La seroalbúmina y el tiempo de protombina (PT, por sus siglas en inglés) son otras pruebas comúnmente utilizadas como indicadores de la función hepática. La albúmina es una proteína importante que es producida en el hígado. Una enfermedad hepática crónica ocasiona una disminución en la cantidad de albúmina producida. Por lo tanto, en casos más avanzados de enfermedad hepática, el nivel de seroalbúmina disminuye (menos de 3.5 mg/dL). El tiempo de protombina es una prueba que se utiliza para valorar la coagulación sanguínea. Los factores de coagulación sanguínea son proteínas producidas por el hígado. Cuando el hígado tiene daño severo estas proteínas no son producidas normalmente. El tiempo de protombina es también un indicador útil de la función hepática, ya que existe una buena correlación entre las anormalidades en la coagulación medidas por el tiempo de protombina y el grado de disfunción hepática. Usualmente el tiempo de protombina es reportado en términos de segundos y comparado con la sangre de un paciente control normal.


 


Examen Microscopico

Método:
El análisis de orina incluye un examen físico, químico y una observación
microscópica del sedimento.
El examen químico comprende las siguientes pruebas:
pH, proteínas, glucosa, cetonas, sangre, pigmentos biliares, urobilinógeno y nitritos.
A partir de la generalización del uso de las tiras reactivas de orina el examen químico de la misma se ha convertido en un procedimiento simple y rápido.
En el caso de la determinación de glucosa los métodos son los siguientes:
1. Tiras reactivas impregnadas con la enzima glucosa oxidasa (específico para glucosa),para este método las interferencias son:
Falsos positivos: orina contaminada con peróxido de hidrógeno o con hipocloritos.
Falsos negativos: ácido ascórbico, cetonas, aspirina, infecciones.
2. Pruebas de reducción de cobre (detecta otras sustancias reductoras además de la glucosa).
Para la determinación de cetonas en orina se utilizan tiras reactivas y tabletas de nitroprusiato. Las interferencias factibles son:
Falsos positivos: levodopa, orinas muy coloreadas.
Falsos negativos: ácido ascórbico, cuerpos cetónicos volátiles.
En el caso de la determinación de sangre en orina se utilizan tiras reactivas que permiten la detección de eritrocitos intactos, hemoglobina libre y mioglobina.
Las interferencias posibles son:
Falsos negativos: presencia de ácido ascórbico con pH menor de 5, presencia de nitritos de proteínas, densidad aumentada.
Falsos positivos: contaminantes oxidantes como hipocloritos.
El examen físico incluye la determinación del color, aspecto y densidad de la orina.
La observación microscópica del sedimento se realiza previa centrifugación de un volumen determinado de orina.

Muestra:La muestra de orina debe recogerse en un recipiente limpio y seco. Se recomienda la recolección de la muestra con una retención mínima de cuatro horas. El análisis debe realizarse dentro de las dos horas de emitida. Si se conserva a temperatura ambiente durante varias horas se deterioran los leucocitos, los hematíes y los cilindros.
Si el paciente demorara en llevar la muestra deberá indicarse la refrigeración de la misma.

Valores de referencia:
Examen químico:
- Nitritos: Negativo
- pH: 4.6 - 8.0 (media: 6.0)
- Proteínas: <0.15 g /24 horas
- Glucosa: Negativo
- Cetonas: 17 – 42 mg / dl
- Pigmentos biliares: Negativo
- Urobilinógeno: 0.2 – 1.0 mg / dl
- Densidad: 1.016 -1.022
Sedimento urinario:
- Leucocitos: 0 – 5 / campo de 40 x
- Eritrocitos: 0 – 2 / campo de 40 x
- Células epiteliales: Cantidad variable
- Cilindros: Hasta 2 hialinos / campo de 10 x
- Cristales: Cantidad variable


Significado clínico:

ASPECTO Y COLOR DE LA ORINA:

ASPECTO Y COLOR                            CAUSA                             SIGNIFICADO CLÍNICO

Incoloro                                               Orina muy diluida                         Poliuria, diabetes insípida.

Amarillo anaranjado                             Orina concentrada                        Deshidratación, fiebre.

Amarillo amarronado                          Bilirrubina, biliverdina.                     Hepatopatías.

Lechoso                                          - Abundantes neutrófilos                    Infecciones bacterianas                                                       - Grasas                                           Nefrosis, obstrucción linfática

Turbio                                             - Hematies                                     traumatismos del tracto urinario
                                                                                                            anemias hemoliticas & infecciones

                                                      -Leucocitos                                    Pielonefritis, inflamacion de vias
                                                                                                           urinarias.
                                                    
Rojo                                               -Hemoglobina                                 Hemoglobinuria paroxsistica nocturna
                                                                                                           deficit de glucosa, infecciones por
                                                                                                           clostridios & plasmodium




PROTEINAS:La presencia de proteinuria puede ser el indicador más importante en una alteración renal. Sin embargo luego de actividad física, en estado febril, estrés y exposición al frío, puede haber un aumento en la excreción de proteínas en la orina.
Normalmente en el riñón sano se excreta solo una pequeña cantidad de proteínas de bajo peso molecular. Esto se debe a que la estructura de la membrana glomerular no permite el pasaje de proteínas de alto peso molecular

Proteinuria. La orina normal, recogida durante 24 horas, no contiene proteínas. La proteinuria (presencia de proteínas en la orina) puede tener varias causas, entre las cuales destaca la lesión de las unidades de filtración de los riñones (glomérulos). La proteinuria se detecta mediante tiras reactivas que se sumergen en la orina y puede cuantificarse en el laboratorio. La técnica de electroforesis permite separar las proteínas urinarias y conocer su naturaleza.

Glucosuria. En condiciones normales, la orina sólo contiene cantidades ínfimas de glucosa. La presencia de azúcar en la orina suele ser un signo de diabetes mellitus.

Ionograma urinario. La recogida de orina durante 24 horas permite apreciar la eliminación urinaria de iones (átomos o moléculas que llevan una carga eléctrica) por los riñones: sodio, potasio, cloruro, etc.
El ionograma urinario ayuda a precisar el estado de la función renal del organismo.

Otras determinaciones. La orina permite realizar muchos análisis aislados, como los del ácido úrico, calcio, fósforo, pH urinario, etc.
También pueden efectuarse otros análisis mucho más sofisticados, como los relacionados con las hormonas sexuales, para detectar medicamentos y sustancias tóxicas y para llevar a cabo diversos análisis de orden inmunológico.

Examen microscópico
El número y tipo de células o material que se encuentra en la muestra de orina puede brindar información detallada sobre la salud del paciente y establecer diagnósticos específicos:
Hematuria - asociada con cálculos renales, infecciones, tumores, y otras enfermedades.
Piuria - asociada con infecciones urinarias.
Eosinofiluria, asociada con nefritis intersticial, o con el síndrome del dedo azul.
Exceso de glóbulos rojos, asociado con vasculitis, glomerulonefritis e hipertensión maligna.
Exceso de glóbulos blancos, asociado con nefritis aguda, glomerulonefritis, pielonefritis severa.
Cilindro urinario, asociados con necrosis tubular aguda.
Oxalato de calcio, algunos alimentos producen su aparición (alcachofas) y a veces están asociados con intoxicaciones por etilenglicol.


CELULAS:Pueden estar presentes en la orina células como eritrocitos o glóbulos rojos, leucocitos o glóbulos blancos y células epiteliales provenientes de distintos puntos del tracto urinario, desde los túbulos hasta la uretra y también provenientes de la vagina o vulva, como contaminantes.
Eritrocitos o glóbulos rojos: Se considera normal la eliminación de una cantidad de 0 a 1 o 2 eritrocitos por campo de 40 x. Al ser la membrana de los eritrocitos permeable a varios solutos de la orina, los cambios en la forma y tamaño de los mismos depende del gradiente osmótico de la orina por lo cual los eritrocitos se ven hinchados, crenados o de tamaño normal.
Significado clínico: Un aumento en el número de glóbulos rojos en la orina (hematuria) indica enfermedad de las vías urinarias bajas o enfermedad renal.


Glóbulos blancos: Bajo condiciones anormales los polimorfonucleares son los glóbulos blancos más frecuentemente encontrados en el sedimento urinario.
Aparecen como granulocitos y son característicos de los procesos inflamatorios del riñón y de las vías urinarias. Es menos común encontrar linfocitos, monocitos o eosinófilos.
En un sedimento normal se eliminan desde 0 a 5 leucocitos por campo de 40 x.
Significado clínico: un incremento en el número de glóbulos blancos en la orina (leucocituria), representa el síntoma fundamental de pielonefritis aguda o crónica, así como también de las enfermedades inflamatorias de la vía urinaria descendente como uretritis, prostatitis, cistitis, pielitis y tuberculosis.




Células epiteliales escamosas: se originan en la vagina y en uretra tanto del hombre como de la mujer. Pueden presentarse en pequeña o en gran cantidad o también estar ausentes. Son células grandes de aspecto algo irregular con núcleo pequeño y redondo.
Significado clínico: su presencia no tiene valor patológico, sin embargo ante un carcinoma escamoso, estas células se ven afectadas y sufren modificaciones.



Células epiteliales de transición: se originan desde la pelvis renal, uréter y vejiga hasta la uretra. Se diferencian de las escamosas porque son poliédricas a esféricas.
Significado clínico: su presencia en gran cantidad puede indicar una inflamación de las vías urinarias.



Células epiteliales del túbulo renal: se originan del epitelio de revestimiento de los túbulos renales. Son difíciles de diferenciar de las de transición. Son algo más grandes que los leucocitos, tienen cierta granulación y no siempre se reconoce su núcleo.
Significado clínico: Son las más importantes de todas las células desde el punto de vista clínico del sedimento urinario. Su presencia en gran cantidad sugiere daño tubular que puede producirse en enfermedades como pielonefritis, necrosis tubular aguda e intoxicación por salicilicatos.
Aparecen en el sedimento urinario en pacientes con enfermedades vírales en general, especialmente en citomegalovirus, sarampión y hepatitis vírales, también en lesiones tóxicas (metales pesados) y reacciones de rechazo a trasplantes.




CILINDROS
La formación de los cilindros ocurre en los túbulos dístales y colectores cuando la acidificación y la concentración de la orina llega a su máximo alcance.
Se originan por el espesamiento o precipitación de proteínas, son estructuras longitudinales que se corresponden con la luz de los túbulos.
Así como en las orinas concentradas se favorece la formación de los cilindros, en las orinas diluidas tiendes a disolverse.
Existen diferentes tipos de cilindros:

Cilindros halinos: Son estructuras homogéneas, transparentes, incoloras y poco refringentes. En muchos cilindros hialinos se observan distintos tipos de inclusiones que quedan atrapadas dentro de los mismos, pueden ser gránulos finos, núcleos, paredes celulares y células sanguíneas. Si la matriz hialina predomina se considera un cilindro hialino con inclusiones.
Significado clínico: se encuentran tanto en orinas de personas sanas como en pacientes con enfermedad renal. También se los encuentra en la orina de pacientes que reciben ciertos compuestos terapéuticos y químicos que si bien no están relacionados con enfermedad renal, afectan de alguna manera al riñón.
Se encuentran en gran cantidad en el sedimento de personas sanas después de grandes esfuerzos psíquicos y físicos, también se incrementan con la toma de diuréticos como furosemida y el ácido etacrínico.
Pueden observarse hasta en la enfermedad renal más leve. No se asocian a ninguna enfermedad en particular.



Cilindros granulosos: Tienen características morfológicas similares a los cilindros hialinos, Suelen ser más anchos y más grandes que estos últimos. Tienen un índice de refracción algo mayor que los hialinos, por lo tanto es más fácil su visualización.
Significado clínico: están presentes tanto en sedimentos normales como en aquéllos que no lo son.
Se encuentran en grandes cantidades después de esfuerzos físicos en personas sanas y por otro lado están frecuentemente asociados con enfermedades agudas y crónicas del riñón, sobre todo en la glomerulonefritis y más raramente en la pielonefritis.



Cilindros céreos: Se los reconoce fácilmente en un campo visual común debido a que tienen un índice de refracción mayor al de todos los cilindros en general, por sus puntas como quebradas o en terminación abrupta, así como por sus muescas características o hendiduras finas en los bordes, las cuales se encuentran en forma perpendicular al eje longitudinal del mismo. Tienen una tonalidad ligeramente amarilla.
Significado clínico: su presencia en la orina indica siempre una enfermedad renal crónica grave.



Cilindros eritrocitarios Se componen de eritrocitos más o menos densos que se adhieren a una sustancia fundamental hialina. Su color varía del rojo amarillento al pardo, aunque pueden ser más claros y hasta incoloros.
A medida que se va produciendo la degeneración de los cilindros eritrocitarios, los límites van desapareciendo y se originan los llamados cilindros hemáticos de color rojo amarillento. .
Significado clínico: son indicadores de lesión glomerular. Se los encuentra a menudo en enfermedades como la glomerulonefritis, lupus eritematoso y más raramente en endocarditis bacteriana. .
Los cilindros eritrocitarios o hemáticos siempre indican hematuria de origen renal




Cilindros leucocitarios: Están formados por unos pocos leucocitos o por muchas de estas células aglomeradas, que se adhieren al cilindro a través de una matriz hialina Los cilindros leucocitarios se producen en presencia de una exudación intrarrenal intensa de leucocitos y eliminación de proteínas a través de los túbulos.
La mayoría de los leucocitos que aparecen en los cilindros son neutrófilos polimorfonucleares.
Significado clínico: no se los encuentra en el sedimento normal. La mayoría de las veces se los asocia con infecciones renales. Se observan en el 80 % de los casos de pielonefritis, también se los observa en la glomerulonefritis.



CRISTALESSe presentan normalmente en todas las orinas, lo más importante es saber diferenciar cristales normales de la orina con aquellos que están asociados con alguna patología.
Cuando la orina está sobresaturada con algún compuesto cristalino en particular o cuando las propiedades de solubilidad de esta se encuentran alterados se produce la formación de los mismos.
Se observan cristales amorfos de uratos, ácido úrico y oxalatos de calcio en orinas ácidas, mientras que los de fosfatos siempre se encuentran en orinas alcalinas.
Los cristales pueden tomar diferentes formas que dependen del compuesto químico y del pH de la orina.
Cristales de ácido úrico: Existen en diversas formas, cuadros romboidales, piedra de amolar, rosetas, pesas, barriles y bastones.
Su color varía desde el rojo pardo a incoloros.
Significado clínico: Su presencia en la orina no necesariamente indica un estado patológico.
Están presentes en la orina en enfermedades como la gota, leucemia, metabolismo de las purinas aumentado, enfermedad febril aguda y nefritis crónica.

Uratos amorfos:
Son sales de ácido úrico que se encuentran en orinas ácidas o neutras, en forma no cristalina, amorfa. Pueden encontrarse uratos de sodio, potasio magnesio y calcio. Tienen un aspecto granular y pueden ser rosados, o de un color amarillo rojizo. A este precipitado se lo conoce como polvo de ladrillo.
Significado clínico: son frecuentes en orinas concentradas como en el caso de la fiebre y también en la gota, pero carecen de importancia diagnóstica



Oxalatos de calcio: Normalmente se los encuentra en orinas ácidas, aunque también pueden formarse en orinas con un pH ligeramente alcalino a neutro. Son incoloros, de forma octaédrica o de sobre, simulan cuadrados pequeños cruzados por líneas diagonales que se intersectan. Otras veces se presentan como esferas ovales o discos bicóncavos con forma de pesas de gimnasia.
Significado clínico: todas las formas pueden encontrarse en un sedimento normal, dependiendo de la dieta. Su número se incrementa cuando la dieta es rica en ácido oxálico (tomates, naranjas espárragos, y manzanas). Estos cristales están relacionados con la formación de cálculos renales y se han visto en gran cantidad en pacientes con patologías como la diabetes mellitus, enfermedades del sistema nervioso, enfermedad hepática y enfermedad renal crónica.



Cristales de ácido hipúrico: Se observan con escasa frecuencia, pueden formarse en orinas ligeramente alcalinas o neutras pero siempre se los encuentra en orinas ácidas.
Son incoloros o tienen un color amarillo pálido. Se los observa como prismas o placas elongadas, pueden ser tan delgados que parecen agujas y con frecuencia están agrupados.
Significado clínico: Normalmente no tienen, pero se los ha encontrado en gran cantidad en pacientes con estado febril agudo y en enfermedades hepáticas.



Cristales de fosfatos amorfos: Aparecen en orinas neutras y alcalinas como finos e incoloros gránulos que tienden a presentarse en acúmulos. No tienen significación clínica.



Cristales de fosfatos triple de calcio: También conocidos como fosfatos dicálcico, aparecen en orinas alcalinas.
Se los pueden encontrar en forma de gránulos amorfos y también en formas cristalinas. La forma más común es la de una gran placa irregular semejando una lámina de hielo.
Significado clínico: si bien no tienen, se los asocia a pacientes con cistitis con retención de orina y con la formación de cálculos renales.


Cristales de uratos de amonio: Son los únicos cristales de uratos que se encuentran en orinas alcalinas. Son cuerpos esféricos de color amarillo castaño con espículas largas e irregulares o sin ellas.
Significado clínico: no tienen, pero constituyen una anormalidad sólo si se encuentran en orinas recién emitidas. Aparecen en la formación de amonio en la orina vesical.



Cristales de colesterol: Se encuentran en orinas ácidas o neutras, aparecen como láminas planas y transparentes con ángulos mellados. Muchas veces se encuentran formando una película en la superficie de la orina en lugar de encontrarse en el sedimento.
Significado clínico: no son comunes en la orina y siempre que estén se los relaciona con alguna patología.
Se los encuentra en enfermedades renales como en el síndrome nefrótico y predominan en la quiluria, que se produce como consecuencia de la obstrucción del flujo linfático del abdomen.

BACTERIASNo existen bacterias a nivel renal ni vesical. A pesar de que la orina está libre de ellas, ésta puede contaminarse con bacterias presentes en la uretra o en la vagina.
Significado clínico: cuando una muestra de orina es recolectada en forma estéril y contiene gran número de bacterias y además es acompañada por muchos leucocitos, es muy factible encontrar una infección del tracto urinario.

HONGOS
Son estructuras incoloras de forma ovalada. A veces se los puede confundir con eritrocitos pero son algo más pequeños que éstos, además con frecuencia presentan evaginaciones tubulares o filamentosas, (hifas).
Significado clínico: es común encontrarlos en pacientes con enfermedades metabólicas (diabetes mellitus).
Se les reconoce valor patológico en pacientes con bajas defensas, en estos casos es Candida albicans la que desempeña un papel fundamental.




MUCUSSe trata de filamentos irregulares de forma acintada, largos, delgados y ondulantes, de longitud variable.
De estos filamentos mucosos muchas veces cuelgan células epiteliales, leucocitos, eritrocitos e incluso cristales.
Significado clínico: existen normalmente en la orina en pequeñas cantidades, pero pueden ser muy abundantes en caso de inflamación o irritación del tracto urinario.



UTILIDAD CLINICA DE LA ORINA COMPLETA:
  • Screening en la población general.
  • Evaluación auxiliar de la función renal. A través de la orina completa se revelan alteraciones patológicas del riñón y de las vías urinarias.
  • Monitoreo de la terapia de los desórdenes del tracto urinario.